TENGO UN HISTORIA QUE CONTAR

Han pasado cerca de 4 meses desde que inicie un proceso realmente fabuloso en mi vida. De la nada llego a mi puerta un ofrecimiento para realizar clases a adultos, pero estas no son unas clases cualesquiera, con clase para enseñar a leer, es decir para alfabetizar a dos personas y comenzar con ellos desde cero.
Bueno este proceso, si bien era para que ellos aprendieran, a mi como persona me jeda una gran enseñanza, porque el trabajo constante con seres mayores que uno, que están inseguros, desconfiados pero que tiene una gran esperanza, me agrandaba cada día más el corazón y me hacia pensar en lo maravilloso e importante que es dar a una persona la posibilidad de comunicarse, de expresar lo que sientes, de comprender un escrito.
Ya casi estoy finalizando este proceso, que ha significado un trabajo arduo, que ha requerido de toda mi perseverancia. Pero que ha traído a mi corazón la alegría y la sabiduría, pues si bien yo poco sabía de que era enseñar y como se puede esto lograr con adultos, ha sido una experiencia llena de satisfacciones (aunque debo reconocer que ha sido lento) pero no puedo exigir más puesto que son ellos los que han pasado por una serie de circunstancias de dudas e incluso de momentos en los que querían abandonar todo y seguir tal cual. Gracias a Dios, eso no fue así y logre convérsenlos de que eran completamente capaces de aprender, de entender y que sin duda a la larga se convertirían en unos grandes lectores.
En un poco tiempo más dejare de ser la profesora, la guía, la cooperadora, pero quiero dejar acá la huella de lo que ha significado para mi, una experiencia inolvidable, así como el inicio que me marcara en esta hermosa carrera.

Maritza ...